Una de las principales pegas de actualizar Firefox aparece si alguna
de las extensiones sin las que no podemos vivir deja de funcionar. Y
pasa a menudo. Aunque el cambio de una versión a otra de Firefox sea
haber cambiado una coma en los créditos del programa, el hecho de
modificar un numerito ya puede echar al traste con tu extensión hasta
que la actualice su autor.
Algunas veces esto ocurre por un motivo. Generalmente, porque los cambios internos de Firefox han desbaratado por completo el modus operandi de la extensión pero, ¿y si estás convencido de que funcionaría? Entonces... qué mejor forma de dejar de conjeturar, que probarlo por ti mismo.
Lo primero que debes hacer es introducir lo siguiente en la barra de direcciones:
A continuación debes crear una clave nueva. Haz clic derecho en cualquier parte de la pantalla y selecciona Nuevo / Lógico y en el recuadro de texto escribe lo siguiente:
No te preocupes, aún tenemos un cartucho más en la recámara listo para ser disparado. En esta ocasión, en vez de cambiar Firefox para nuestras exigencias, cambiaremos la extensión.
Lo primero que necesitas es el archivo XPI de la extensión. Lo malo es que al hacer clic con Firefox en ellos, se intentan instalar en vez de descargarse, pero puedes hacer clic derecho sobre ellos y seleccionar "Guardar enlace como", o utilizar otro navegador.
Una vez hecho esto debemos confesarte un secreto que en verdad no es tal: los archivos XPI no son más que archivos ZIP, así que renombra el archivo a ZIP y extrae todo su contenido en alguna carpeta.
Localiza el archivo llamado install.rdf y ábrelo con un editor de texto. Por ejemplo, el Bloc de notas.
Algunas veces esto ocurre por un motivo. Generalmente, porque los cambios internos de Firefox han desbaratado por completo el modus operandi de la extensión pero, ¿y si estás convencido de que funcionaría? Entonces... qué mejor forma de dejar de conjeturar, que probarlo por ti mismo.
La forma fácil
La forma más fácil de lograr instalar una extensión en una versión de Firefox para la que no es compatible es decirle a Firefox que no haga la comprobación. Pero, como no entiende nuestro idioma, será mejor que lo hagamos de un modo apropiado.Lo primero que debes hacer es introducir lo siguiente en la barra de direcciones:
about:configTras pulsar Enter, lo más probable es que Firefox te advierta de que entras en territorio no apto para manazas. Pon cara de niño bueno y promete ser cuidadoso. Tras eso verás una lista de palabras sin mucho sentido.
A continuación debes crear una clave nueva. Haz clic derecho en cualquier parte de la pantalla y selecciona Nuevo / Lógico y en el recuadro de texto escribe lo siguiente:
extensions.checkCompatibility
Para terminar, sólo debes especificar que el valor debe ser False.
Y ya está. Tras reiniciar el navegador, Firefox no
volverá a quejarse de las versiones y se tragará lo que le eches... para
bien o para mal. Pero no te confíes pues, por ejemplo, una extensión
diseñada para Firefox 2, difícil será que funcione tal cual para Firefox
3. Sin embargo, te puede ayudar si estás probando alguna versión beta
del navegador y la extensión que quieres utilizar sólo sirve para la
oficial.
La forma menos fácil
¿No te convence eso de tener que desactivar la comprobación de versiones? Tiene su punto negativo, y es que para que te funcione ESA extensión, a cambio dejarás libre el filtro para todas las demás.No te preocupes, aún tenemos un cartucho más en la recámara listo para ser disparado. En esta ocasión, en vez de cambiar Firefox para nuestras exigencias, cambiaremos la extensión.
Lo primero que necesitas es el archivo XPI de la extensión. Lo malo es que al hacer clic con Firefox en ellos, se intentan instalar en vez de descargarse, pero puedes hacer clic derecho sobre ellos y seleccionar "Guardar enlace como", o utilizar otro navegador.
Una vez hecho esto debemos confesarte un secreto que en verdad no es tal: los archivos XPI no son más que archivos ZIP, así que renombra el archivo a ZIP y extrae todo su contenido en alguna carpeta.
Localiza el archivo llamado install.rdf y ábrelo con un editor de texto. Por ejemplo, el Bloc de notas.
Aquí debes editar el apartado , introduciendo una versión superior a la de tu Firefox. El resto será mejor que no lo toques.
Igual que hemos descomprimido antes un XPI, ahora debemos crearlo. ¿Cómo? Pues tan fácil como volver a hacer un ZIP de todo lo extraido con anterioridad (no te olvides de las carpetas) con WinZip, WinRAR, etc. y renombrarlo de nuevo a XPI.
Llegados a este punto, exhaustos ante tanto esfuerzo, ya
disponemos de nuestra peculiar versión de la extensión, ahora mucho más
compatible. Sólo falta arrastrarla hasta la ventana de componentes de
Firefox para comprobar como ahora no recibes queja alguna.
De todos modos, repetimos lo dicho, esto no significa que la extensión vaya a funcionar a las mil maravillas...
Fuente: http://articulos.softonic.com/como-instalar-extensiones-obsoletas-de-firefox
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